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Esta tira no tocaba hoy, ni nunca, pero es que de repente hoy me han
endosado un sobre gordo lleno de gilipolleces con tarea para casa y he
pensado: qué diablos, hace ya un montón de tiempo que
nadie me acusa de
contar mi vida, así queeee... De todos modos esto no significa
que esté
escatimado tiras, no, señor, la interminable serie esta
dará un pequeño
rodeo y continuará su marcha hacia dondequiera que estuviera
yendo.
Hay que decir en honor de la realidad que, de momento, mis
compañeros de
trabajo no son peluches. No obstante huelga decir que la mayoría
de ellos no
son ni tan inteligentes ni mucho menos alcanzan el alto grado de
abrazabilidad de los anteriores.
En cuanto a monez yo sigo siendo el número uno. Yeah.
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